sábado, 23 de enero de 2016

Fraude científico "malas prácticas" (T11)



Cada vez más este tema llama la atención, no solo en el ámbito académico sino también en la sociedad.

En agosto de 2014 se llevó a cabo la III BRISPE: Brazilian Meeting on Research Integrity, Science and Publicacion Ethics, cuyo objetivo es el de promover la integridad científica y la conducta responsable por parte de los investigadores en Brasil. Durante el evento se presentaron 10 ponencias relacionadas con los problemas de las malas prácticas científicas, las políticas instituciones y los esfuerzos que globalmente se están haciendo para reducir dicho problema.

Aunque el evento estaba centrado en las malas prácticas científicas en Brasil, participaron expertos internacionales, provenientes de universidades y asociaciones con una alta reputación como: Nick Steneck de la Universidad de Michigan, Rudiger Klein de la Universidad de Beijing, Sergio Litewka de la Universidad de Miami, Mark Frankel de la American Association for the Advancement of Science (AAAS), Charlotte Haug del Committee on Publications Ethics (COPE), etc.

Además se presentó el manual “Código de Buenas Prácticas Científicas”, con el objetivo es el facilitar directrices para que todo investigador conozca como ejercer su profesión de la mejor manera, con el fin de que su contribución al mundo científico conforme un avance en la ciencia y no una piedra en el camino. En el manual se consolida el consenso entre la comunidad científica y sus instituciones, los cuales deben auto-regularse y establecer sus propios códigos de conducta basados en: la educación, prevención e investigación de las malas prácticas y sanciones justas. Para ello, las instituciones deben promover actividades educativas sobre los valores científicos y las malas prácticas, de tal forma que el investigador sea conocer de ello.

Algunas malas prácticas científicas pueden ser:
  • Falsificación de datos 
  • Manipulación de resultado 
  • Plagio 
  • Publicaicones duplicadas (salami) 
  • Rechazar un artículo aunque es bueno por diferentes motivos: 
    • Tiene vinculación con el tema que el revisor está investigando. 
    • Apropiación de la idea por parte del revisor. 
    •  El revisor llega a conocer quiénes son los autores y se deja llevar por los problemas personales que tiene con estos.
  • Contratación de personal para la realización de la tesis de un tercero. 
  •  No publicación de resultados negativos. 
  •  Conflicto de intereses, se da cuando ciertos experimentos sólo soportan a los patrocinadores o financiadores. 
  •  Manipulación de autores, esto puede darse de dos manera. 
    • Incluir a un tercero que no ha colaborado simplemente para ayudarle a ascender 
    •  Incluir a un tercero porque posee una alta reputación en el área, y ayuda a que un artículo sea mejor valorado para su publicación.
 Al analizar este tema me surgen algunas preguntas:
  1. ¿Realmente hasta que punto el científico es consciente de la realización de una mala práctica científica? A veces la línea que separa el “bien” del “mal” es muy difusa. 
  2.  ¿Qué puede empujar a un científico a realizar una mala práctica? El principal factor que tal vez influye es el ambiente competitivo al que debe enfrentarse un científico. También el entorno, en este caso el grupo de investigación y compañeros, pueden influir a la hora de tomar una decisión de este tipo, es decir, la presión social. 
  3.  ¿Cuál es el horizonte de una mala práctica? ¿quién debería establecerlo, la institución científica, la universidad, el grupo de investigación, el propio científico, etc.?
  4. ¿Qué están haciendo las universidades de los países más avanzados en investigación para educar en los valores éticos a los nuevos científicos? 
  5.  ¿Qué se debe hacer si se descubre que científicos de reconocido prestigio han llevado a cabo malas prácticas en sus trabajos de investigación? ¿se le debe retirar el doctorado y premios conseguidos, debería ser apartado de su trabajo, etc.? En definitiva, ¿cuál sería su futuro?

En mi opinión, los códigos de conducta deberían ser aceptados por unanimidad en todos los países, ya que actualmente nos movemos en un mundo globalizado. Además , las universidades e instituciones científicas deberían impartir cursos y llevar a cabo actividades para concienciar y educar a los investigadores sobre las malas prácticas científicas.

martes, 19 de enero de 2016

Indicadores de calidad (T10)

El principal indicador de calidad en investigación es el factor de impacto. El factor de impacto es un indicador bibliométrico más utilizados. En otras palabras, el factor mide la repercusión que ha tenido la revista en la literatura científica a partir del análisis de las citaciones que han recibido los artículos que se han publicado en ella.

Dicho indicador es calculado anualmente por el Instituto para la Información Científica (ISI), el cuál realiza una división de revistas de investigación por áreas. El resultado es publicado en un informe de citas llamado Journal Citation Reports.

El cálculo se lleva a cabo de la siguiente manera:
  • Se cuentan las citas que reciben todos los documentos publicados en la revista en los dos años anteriores, por ejemplo 2014 y 2013, de una determinada revista durante todo un año, por ejemplo 2015. Ello forma el numerador.
  • Se cuentan todos los ítems citables publicados en la revista en dichos años, es decir, 2014 y 2013. Ello sería el denominador.



Los ítems citables se refieren a los artículos y las revisiones, se excluyen las cartas al editor, editoriales, recensiones bibliográficas, etc.

Ejemplo numérico: Cálculo del factor de impacto d una determinada revista para el 2015 


El ISI sólo tiene en cuenta las citas de cada artículo publicado que se encuentra en las revistas indexadas, es decir, las citas realizadas por revistas que no se encuentra indexada por dicho instituto no se contabilizan, y por tanto, no se incluyen en el cálculo del factor de impacto.

Para analizar el factor de impacto, se debe evitar hacer comparaciones entre revistas que no pertenecen al mismo área, ya que las dinámicas de generación del conocimiento, las pautas de citas y los mecanismos de publicaciones son diferentes.





jueves, 7 de enero de 2016

Nombre científico (T9)

Con respecto al nombre científico, he observado que en la mayoría de las ocasiones los hispanos parlantes suelen firmar poniendo un guión entre los dos apellidos, ya que al parecer esto causa confusión en el mundo anglosajón. Por regla general, suelen tomar nuestro primer apellido como un segundo nombre.

Haciendo búsqueda sobre diferentes científicos españoles he comprobado que este error es muy típico, aunque cada vez es menos frecuente. De hecho, casi el 50% de las citas internacionales aparecen con la unión, mediante un guión, de sus apellidos. En el caso de las revistas de habla hispana, los apellidos está claramente diferenciados, sin necesidad de unión.

Por otra parte, soy consciente que en mi caso se suma la problemática de la “ñ” en mi segundo apellido, lo que posiblemente cause confusión en la búsqueda.

En cuanto a mis directores, ellos suelen firmar uniendo sus apellidos, aunque yo prefiero no hacerlo, por tanto, mis trabajos están firmados como C. Alcaide Muñoz.

Cuando llevo a cabo la búsqueda con mi nombre e iniciales, en el 80% del resultado de búsqueda aparece el nombre “L. Alcaide Muñoz”, la cuál es doctora en contabilidad en la universidad de Granada, y cuyo principal tema de investigación es sobre “e-government”, es decir, que está vinculado a los organismos públicos. Como se puede observar el campo de investigación es diferente, aunque se encuentre dentro de la gestión. 

martes, 29 de diciembre de 2015

Revistas científicas (T8)

En la última sesión de la asignatura celebrada el 17 de Diciembre, tuvimos que realizar una actividad en grupo, la cual consistía en la comparación y análisis de diferentes revistas científicas en áreas muy dispares. En mi caso, el grupo estaba formado por cuatro personas de áreas tales como gestión empresarial (business), ingeniería agrónoma, telecomunicaciones y musical.

Después de realizar una búsqueda en la biblioteca de la Universidad Pública de Navarra y elegir revistas actuales (entre 2000 y 2015) dentro de cada área,  nos reunimos en una mesa para llevar a cabo la comparación entre ellas. Las conclusiones de dicho análisis fueron:
  • A pesar de la diferencia entre áreas, todas siguen un formato, estilo y estructura similar (estructura IMRAD), aunque existen algunas variantes, por ejemplo en la de ingeniería agrónoma aparecen bastantes fotografía, y por tanto, son más coloridas en comparación con las demás revistas.
  • El número de páginas varía dependiendo de la existencia de tablas, figuras y gráficas, las cuales son muy usuales en el área de Business.
  • La revistas de Business e ingeniería (agrónoma y telecomunicaciones) son más prácticas, todo lo contario que las revistas relacionas con el área musical.
  • En cuanto al idioma, el predominante en todos los campos es el inglés, aunque en el área musical, también comprobamos que dentro de una misma revista se podían encontrar artículos en inglés, español y chino, algo que nos sorprendió.
  • Las referencias varían dependiendo de la revista, independientemente del área. Normalmente, siguen un orden alfabético o por orden de citación en el artículo.
Prara finaliar, me gustaría hacer un pequeño apunte sobre la biblioteca de la universidad, ya que su arquitectura es digna de admiración. La obra fue llevada a cabo por el arquitecto navarro Saénz de Oiza.


Por otra parte, en 2013, la biblioteca creó el Fondo Histórico Digital, consistente en una selección de libros. En dicha selección se incluyen libros impresos entre 1500 y 1830 sobre materias diversas relacionadas con la filosofía, historia, ciencia, legislación y temas religiosos, los cuales están escritos en diferentes lenguas tales como el latín, castellano, euskera, francés e ingles. A todos y cada uno de ellos se puede acceder libremente desde el respositorio institucional Academia-e, disponible en la web de la biblioteca.

En este fondo, se encuentran trabajos realizados por autores navarros como Martín de Azpulcueta y Huarte de San Juan, además de reconocidos impresores como Adrián de Amberes, Thomas Porralis, Martín Labayen, José Ezquerro y Paulino Longás.